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Domingo 20 de octubre de 2024

Iglesia de Santiago presenta 2 nuevos diáconos en tránsito

Este sábado dos seminaristas de la Arquidiócesis de Santiago fueron ordenados diáconos en tránsito en la Catedral Metropolitana en una misa presidida por monseñor Fernando Chomali G., acompañados de sus familias, amigos y parroquias en las que están destinados.

Periodista: Marcia Vallejos

En una solemne eucaristía, el rector del Seminario Pontificio Mayor, el padre Fernando Valdivieso Tagle, presentó al arzobispo de Santiago, monseñor Fernando Chomali a dos seminaristas para recibir la orden del diaconado en tránsito, una etapa más en su camino al sacerdocio.

El rector, en esta oportunidad dio fe del trabajo de preparación que han llevado a cabo los seminaristas Edgar Soto y Alejandro Barrios, quienes han desarrollado su formación diocesana y teológica durante nueve años y que hoy dan paso a la etapa más importante con su investidura como diáconos en tránsito para luego dar su definitivo sí con el sacerdocio en un tiempo más.   

El arzobispo de Santiago, monseñor Fernando Chomali G., en su homilía les recalcó a los futuros diáconos que la oración es muy importante, “orar significa participar activamente del pueblo orante camino al encuentro con el Señor. Un teólogo decía: el que no reza no tiene nada que decirle al mundo y si ustedes quieren decirle algo significativo al mundo están llamados a ser hombres de oración y espero en Dios que se les note por el servicio que prestan”, detalló.

Monseñor Chomali, además, expresó que “mientras más oren más cerca estarán del pueblo de Dios, mientras más oren más cerca estarán del necesitado”. Además, destacó que “no existe familia, ni sacerdote, ni diácono perfecto, pero la oración es la compañía para hacerlo. Hay que acompañar a estos jóvenes con la oración para que así puedan actuar con recta intención. Agradezco a las familias, a los amigos, a las parroquias en donde sirven y al Seminario que se preocupan de la formación de estos jóvenes con oraciones, desvelo, porque entienden lo que van a hacer. Llevando una formación silenciosa”, afirmó.

En la ceremonia y frente al arzobispo de Santiago de Chile, los seminaristas hicieron su rito de profesión de fe, juramento de fidelidad y la bendición de los ornamentos. En compañía de los obispos auxiliares, sus formadores y el clero de la Arquidiócesis, se unieron en oración a través de las letanías para pedir por estas nuevas vocaciones que emprenden su camino definitivo al sacerdocio.

 

DIÁCONOS EN TRÁNSITO

Edgar Soto y Alejandro Barrios ingresaron al Seminario Pontificio Mayor de Santiago en marzo del año 2015, desde ahí han mantenido una intensa formación en distintas dimensiones lo que les ha permitido crecer a través del ejercicio pastoral de las parroquias.

Alejandro Barrios, comenzó su camino pastoral en la Parroquia San Francisco de Borja en la zona Oriente y continuó en la Parroquia los Doce Apóstoles de la zona Sur. Además, vivió la experiencia intensa de su año pastoral en la Parroquia Jesús Carpintero en la zona Norte. Hoy vive hace un año en la Parroquia San José Obrero, de la zona Sur.

Por su parte Edgar Soto, inició su trabajo pastoral en la Parroquia Santa María Magdalena de Puente Alto en la zona del Maipo y continuó en María Misionera en Renca, de la zona norte. Realizando su año pastoral en la Parroquia Nuestra Señora de la Visitación de Maipú. Este año desde marzo que está viviendo en la Parroquia Jesús Servidor de Lo Hermida en la comuna de Peñalolén.

Según indicó el padre Fernando Valdivieso, rector del Seminario Pontificio Mayor de Santiago, ambos seminaristas tuvieron experiencias de pastorales extra parroquiales, “participando tanto en la Pastoral UC como la Pastoral Vocacional del Seminario”.

 

AGRADECIMIENTOS

El diácono Edgar a nombre del diácono Alejandro al finalizar la eucaristía manifestó su alegría y esperanza por el momento que ambos están viviendo, instancia en la que agradecieron a sus familias, amigos y parroquias que los han acompañado en este proceso de formación que iniciaron juntos hace ya nueve años. “En primer lugar damos gracias a Dios que nos ha concedido todo, nos ha llamado a seguirlo y consagrar nuestra vida a Él y su Reino”, manifestó.

Así también el nuevo diácono sostuvo que “hemos experimentado a lo largo de nuestra historia su presencia acogedora, su mano sanadora, su amor infinito y su llamada de dar a conocer a todos que cerca de Él despunta la vida y lejos de Él solo hay oscuridad y muerte como lo decía San Juan Pablo II”, expresó.

En sus palabras Edgar, destacó la importancia que ha tenido la formación dentro del Seminario Pontificio Mayor de Santiago, por el acompañamiento que han recibido durante estos nueve años, “especialmente en esta etapa de la formación inicial que hoy tiene como hito la ordenación diaconal. Los años de formación en el Seminario fueron muchas veces alegres y hermosos, pero también hubo tiempos de dificultades y de experimentar nuestra fragilidad”, detalló.

El nuevo diácono alentó a sus hermanos seminaristas a continuar su camino de vocación, “si alguna vez se sienten un poco desanimados, hoy con Alejandro les podemos animar diciendo que es posible, ¡sí es posible! A los jóvenes que hoy están presentes les animamos a que no tengan miedo a preguntarse por el llamado a la vocación sacerdotal. No tengan miedo Dios lo da todo y no quita nada”, aseveró.

Finalmente, ambos diáconos reafirmaron su compromiso con la Iglesia de Santiago, “porque nos concebimos esencialmente colaboradores del obispo en su tarea evangelizadora. Les pedimos que sigan rezando por nosotros, gracias por su cariño, por la disposición de construir el Reino de Jesús juntos, por su acompañamiento, que nos corrijan cuando nos equivoquemos y sobre todo que son sigan soportando”, afirmó.

Además, Edgar recalcó que hoy han sido “consagrados a Dios para siempre”, y pidió que en los momentos de fragilidad puedan colocar su mirada en Jesús y “se renueve constantemente en nosotros la esperanza que brota de una gran certeza, Dios es fiel”, finalizó.    

Una vez concluida la eucaristía ambos diáconos recibieron los saludos de sus familias, amigos y las comunidades parroquiales que los acompañaron en esta ceremonia dentro de la Catedral de Santiago.