“Es un momento de alegría y de sumar esfuerzos”

El Papa Francisco en abril del año 2018 a través de una carta a los obispos pidió perdón a las víctimas y ofreció su voluntad de reparar el daño cometido. Así lo recordó, el rector de la Pontificia Universidad Católica Ignacio Sánchez en medio de la ceremonia donde se firmó el acuerdo entre la Universidad y la Fundación para la Confianza de dar vida al Centro de Investigación para el Abuso y la Adversidad Temprana (CUIDA). Y, agregó, que el Santo Padre pidió al pueblo de Dios que peregrina en Chile "mirar de frente el dolor causado y el rostro de las víctimas. Y lo más importante, nos invita a los cristianos a ser protagonistas de la transformación que hoy la sociedad reclama. Debemos recoger su llamado a rechazar la cultura del abuso tanto de poder como la lacra de los abusos sexuales a menores".

Este nuevo centro estará conformado por académicos y profesionales de diversas áreas y disciplinas, los que fueron convocados a crear un espacio interdisciplinario libre de discusión e investigación, explicaron las autoridades.

Se trabajarán principalmente tres líneas que tendrán por objetivos, "en primer lugar desarrollar investigación básica y aplicada en el campo de los eventos adversos de infancia y abuso sexual infantil, con grupos de estudio interdisciplinario e investigación de los contextos institucionales; segundo, poder desarrollar herramientas de prevención, reparación e intervención en el ámbito de eventos adversos y abuso sexual infantil, realizando un trabajo conjunto con otras instituciones. En tercer lugar, debemos impulsar políticas públicas y legislación que promuevan el bienestar de la niñez, junto con promover una cultura del respeto", señaló el rector Ignacio Sánchez. Además, marcó los desafíos del Centro como son "buscar colaboración con centros de investigación nacionales e internacionales que aborden estas mismas temáticas, identificando socios estratégicos y redes de investigación internacionales. Por otra parte, el centro busca avanzar en la formación, capacitación y creación de capacidades y competencias sobre el bienestar infantil. Finalmente, es vital procurar un fondo de financiamiento para las actividades del centro y sus líneas de investigación, que le permita un desarrollo sustentable en el tiempo".

El llegar a este momento es fruto de un trabajo de meses, de encuentros inesperados y de muchos momento de no estar de acuerdo, así lo comentó José Andrés Murillo, director ejecutivo de la Fundación para la Confianza."Aquí quiero dejar presente nuestros miedos, en especial, los míos porque al nombrarlos es posible enfrentarlos. Tengo miedo del acomodamiento intelectual, del achanchamiento, de una academia escéptica, a veces disociada que anestecie nuestro amor por la acción... que anestecie nuestra aversión por la injusticia y sufrimiento, nuestra indignación que es de donde surge nuestro proyecto común CUIDA. Tal vez el norte para no perdernos es el mismo que nos hace estar aquí, la necesidad y la urgencia de proteger a los niños, niñas y adolescentes de cualquier tipo de violencia, crear herramientas basadas en la evidencia para prevenir e intervenir de manera radical, de manera irrestricta sin más cobardía".

James Hamilton, director de la Fundación, planteó con fuerza que "CUIDA no es para olvidar, CUIDA es un intento de siempre recordar, que esa memoria sea un testimonio admiración por todos los que han pasado por este calvario. Queremos que esta experiencia deleznable adquiera el poder de la vigilia, que nos permita transformarlas en el conocimiento que denuevo nos reuna y transforme en una comunidad aval y protectora".

Este paso va en el camino de recuperar la confianza y el Papa Francisco se hizo presente a través de un video en el que felicitó a los asistentes por el logro y el compromiso que se genera a partir de la formación del Centro. "Hoy toma cuerpo la fundación CUIDA, que no es sólo hacerse cargo de los diversos problemas de prevención de abusos, sino también de investigación, buscar políticas, salvar a los menores de todo lo que sea abuso, manipulación, lo que destruya su corazón, gracias por cuidar el corazón de los niños (...) Agradezco a las instituciones que colaboran, agradezco a los que han trabajado para esto y que monseñor Celestino Aós tenga capacidad de acoger, para llevar adelante esto".

Por su parte, monseñor Celestino Aós, Administrador Apostólico de Santiago, asistió junto a los Obispos Axiliares Alberto Lorenzelli y Cristián Roncagliolo. Al finalizar el encuentro dijo "para nosotros es un momento de gran alegría el poder sumar los esfuerzos, el poder también sumar las confianzas, darnos cuenta qué hay un objetivo común y que ese objetivo común es bueno". Y enfatizó "yo estoy aquí porque estoy convencido de que este es un buen camino, es el camino diría, para avanzar, para solucionar".

El padre Lorenzelli rescató que estas iniciativas ayudan "a esta sociedad y también a la Iglesia para que estos hechos así de graves, estos delitos tengan un nombre que es ´Nunca más´. Y esto me parece que es un proceso formativo, educativo donde todos tenemos que crecer, no sólo en el abuso sexual si no que en cualquier forma de abuso".

Todos quienes llegaron a presenciar la firma manifestaron la alegría que les causaba este momento, que finalmente es la esperanza de un futuro sin abusos.