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Artículo

Viernes 8 de febrero de 2019

Iglesia samaritana que practica el buen trato, la prevención de abusos y reparación a las víctimas

Esta es la cuarta Acentuación Pastoral 2019 – 2020 para nuestra Iglesia de Santiago: Iglesia samaritana que practica el buen trato, la prevención de abusos y reparación a las víctimas. En la siguiente nota todos los detalles.

"Es preciso nacer de nuevo" se titulan las cinco acentuaciones pastorales 2019–2020 (ver documento completo al final) de la Iglesia de Santiago y esta es la cuarta acentuación

Objetivo: Fortalecer las prácticas de buen trato, prevención de abusos y reparación a las víctimas en la Diócesis, en cada comunidad.

Acciones a nivel arquidiocesano:

1.  Habiéndose creado el organismo arquidiocesano “Delegación Verdad y Paz”, con la finalidad de articular la acogida de lasdenuncias de abuso, se invita encarecidamente hacer el debido uso de esta instancia.

2.  Los organismos arquidiocesanos pertinentes discernirán la reparación necesaria a las víctimas (psicológica, económica, etc.).

3.    Reconocer públicamente con signos concretos (acto público) cuando se ha hecho daño.

4.  Continuar y optimizar la colaboración con la justicia ordinaria, facilitando el intercambio de información no sujeta a confidencialidad.

5.    Entregar acompañamiento especializado a las comunidades en las que han servido sacerdotes u otros que han cometido abusos.

6.     La Diócesis creará una comisión supervisora (con personas calificadas –externas e internas) que vele por el cumplimento de acuerdos, protocolos y estándares en relación con la prevención de abusos y la implementación de buenas prácticas. 

    Acciones a todos los niveles (Arquidiocesano, zonal y de base)

7.     Integrar en los objetivos de los diversos organismos eclesiales arquidiocesanos zonales y locales la preocupación prioritaria por las víctimas, su acogida y escucha.

La Delegación Episcopal para la Verdad y la Paz asesorará a las comunidades para lograr que esta preocupación prioritaria se realice con eficiencia, respeto y la prudencia que las víctimas requieren, siguiendo el protocolo de denuncias.

8.    Formar a los agentes pastorales –laicos y consagrados– en habilidades de Buen Trato y prevención de abusos, de convivencia, resolución de conflictos con espíritu fraternal, y en otras materias relacionadas con el acompañamiento de personas y comunidades.

Es importante formarnos para que todos, consagrados y laicos, podamos ser miembros activos de comunidades sanas y seguras según el querer de Dios. La Delegación y los Departamentos mencionados aportarán instrumentos para apoyar a las comunidades en este sentido. Es necesario recordar que el Consejo Pastoral junto al párroco –o el organismo que corresponda en otras comunidades- tiene la responsabilidad de velar por que en todas las actividades se cumplan los protocolos de prevención de abusos y de buen trato. En toda parroquia, movimiento o comunidad haya una persona designada como Responsable de base, encargada de activar los protocolos de acogida, denuncia y derivación para propiciar los caminos de reparación de posibles víctimas. ¿Qué pasos podemos dar para seguir formándonos como comunidades sanos y seguros?.

9.      Implementar en cada comunidad el protocolo de denuncia y el de acompañamiento.

La Delegación Episcopal para la Verdad y la Paz se responsabilizará de que ambos protocolos sean conocidos en todas las comunidades arquidiocesanas, especialmente por sus responsables, para que se apliquen. Cada comunidad escoge y forma a los responsables locales ¿Quiénes? ¿Cómo?

10.   Estar atentos a conocer los frutos del Encuentro “La protección de los menores en la Iglesia” que se celebrará en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019.